Entre el 25 y el 27 de marzo, en Bangkok, un grupo de expertos y activistas se reunió para intercambiar sobre “Equidad y justicia social en un mundo digital”, convocados por la coalición Just Net, Nuestro Mundo no está en Venta (OWINFS) y Focus on the Global South. La Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) recogió y editó estas exposiciones, y recientemente lanzó la publicación “Justicia social en un mundo digitalizado”, que analiza las consecuencias de la creciente monopolización por parte de grandes corporaciones del proceso de digitalización de la economía y de la vida. Gita Sen, co-coordinadora general de DAWN, fue una de las expositoras en el taller, en el que se debatió sobre los datos como bienes comunes, el comercio electrónico, la manipulación genética, y el trabajo, la educación y el género en relación con el proceso de digitalización.
Sen analizó los vínculos entre la desigualdad de género y la economía digital. En este campo, como en otros, las mujeres son las primeras en experimentar los impactos negativos del sistema. Por ejemplo, la digitalización de los métodos de producción y consumo, en particular en áreas como la agricultura y la pesca, genera desigualdad y concentración, lo que repercute sobre los medios de subsistencia y afecta en particular a las mujeres, encargadas de las tareas de reproducción de la vida.
La co-coordinadora general de DAWN convocó a pensar cómo integrar el género como dimensión de análisis y cómo humanizar el debate sobre la justicia digital, sin dejarnos arrastrar “por un mar de robots, luces parpadeantes y objetos brillantes”.