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La Cámara de Diputados del Congreso de Argentina dió media sanción el pasado 14 de junio el proyecto de ley que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo.
Para Corina Rodríguez Enríquez, economista feminista argentina e integrante del Comité Ejecutivo de DAWN, se trata de un logro de la organización de mujeres y feministas que, en su diversidad, consiguieron llevar adelante una estrategia de trabajo colectivo en el parlamento y una increíble movilización en las calles.
“Esto significa un gran paso, luego de décadas de lucha, superando la incidencia de visiones conservadoras que todavía están muy arraigadas en el país, y la influencia insistente de la iglesia católica”, afirma.
Una movilización espectacular
Se estima que durante las más de 20 horas que duró la discusión del proyecto en el recinto, se movilizaron alrededor de un millón de personas. Sin dudas este fue un factor decisivo a la hora de inclinar la votación a favor de la aprobación, que terminó imponiéndose por 129 votos a favor y 125 en contra.
En efecto, las jornadas del 13 y del 14 de junio Argentina se vio inundada por una “marea verde”, color que identifica la campaña de la sociedad civil que promovió el proyecto de ley. Esa marea colmó las calles y plazas del país y se instaló frente al Congreso de la Nación en la Ciudad de Buenos Aires. También se expandió hacia las provincias donde mujeres, bisexuales, lesbianas, trans, travestis, no binarias y gays se movilizaron en las calles y se reunieron en espacios comunitarios para seguir el debate en el Congreso. Igualmente, hubo movilizaciones en los consulados de Argentina alrededor del mundo, recibiendo innumerables muestras de solidaridad internacional.
La vigilia se extendió durante toda la noche del 13 y madrugada del 14, y se vivió como una verdadera fiesta; un aquelarre feminista aguardando la media sanción por parte de la Cámara de Diputados del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Florencia Partenio, del Comité Ejecutivo de DAWN, estuvo presente y testimonia:
“Llegamos a esa vigilia con la fuerza de décadas de lucha del movimiento de mujeres y feminista en la Argentina, con los 32 Encuentros Nacionales de Mujeres, con la potencia de los dos paros internacionales del 8M, las movilizaciones del 3J del Ni una Menos… Llegamos para construir sororidad en las calles, acuerparnos y acuerpar a nuestras compañeras de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, Seguro y Gratuito, que recupera una lucha de décadas para situar las consecuencias del status legal actual del aborto para la vida y la salud de las mujeres y personas gestantes”.
La Campaña es una amplia y diversa alianza federal, lanzada el 28 de mayo de 2005, Día de Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, y que desde entonces tiene la capacidad y la fuerza de coordinar actividades simultáneamente en distintos puntos del país bajo la consigna: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
En estas jornadas de vigilia, la organización autogestionada de las mujeres y feministas de diferentes espacios (sindicales, territoriales, estudiantiles, LGBTI, científicas, periodistas, partidos políticos, etc.) permitió sostener un festival donde pasaron bandas de música y teatro. Como expresaron las compañeras de la campaña:
“Fue lucha y organización con una metodología específica: feminista y popular. Fue la Campaña desplegando su conocimiento- fuerza- tiempo para que suceda una ley. Con 13 años de argumentos que finalmente llegaron al Congreso“. (1)
Ahora el movimiento feminista en Argentina se organiza para lograr la aprobación de la ley en la Cámara de Senadores, una batalla que sin dudas también será ardua. Pero confiamos en la fuerza organizada de las mujeres, y en que el cambio que están imponiendo las miles y miles de jóvenes movilizadas es irreversible.
La lucha es global
Los hechos en Argentina están estimulando la organización en otros países de la región, donde se espera que la lucha por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo vaya tomando fuerza y se imponga en las agenda parlamentarias.
El éxito de las mujeres argentinas puede verse además como la expresión de un movimiento social más amplio e internacional, que viene manifestándose en movilizaciones y encuentros de mujeres de diferentes generaciones, organizadas y no organizadas, que se han hecho presente en las calles de diferentes países tanto del Sur como del Norte global, llamando la atención sobre reclamos que han sido históricamente ignorados.
Así lo entiende Cecilia Alemany, también integrante del Comité Ejecutivo de DAWN, quien sostiene que, en el caso de la “marea verde” Argentina, la movilización de mujeres de todas las generaciones, incluyendo a las más jóvenes (“las pibas” en el lenguaje local, que suelen percibirse como apáticas o indiferentes a la política) es un indicador de que podríamos estar frente a un proceso que llegó para para cambiar las reglas del juego:
“Así como el movimiento de jóvenes de Mayo de 1968, inicialmente francés y después apropiado por las juventudes de todo el mundo, hacía su irrupción en las calles para cuestionar su realidad y cambiar el sistema, ahora, cincuenta años después, el Junio de las Pibas puede darnos pistas sobre cómo, en 2018, las mujeres de todas las generaciones se unen cuando sus derechos están en juego”.
Por último, la lucha de las mujeres en Argentina nos muestra que, a pesar de estar en el siglo XXI y tener tantas formas de movilización virtuales, las calles nos siguen dando la fuerza y nos permiten seguir cambiando la realidad que nos oprime desde siempre. El Junio de las Pibas, así como el 8M en otros países, llegó para quedarse.
¡Que se extienda y se multiplique la solidaridad internacional, porque vivas, libres y desendeudadas nos queremos!
¡Porque America Latina va a ser toda feminista!
¡Que el aborto sea ley!
(1) http://latfem.org/13j-la-lucha-la-organizacion-y-la-alegria-son-feministas/
Galería de imágenes
Para saber más sobre el proceso argentino:
http://latfem.org/aborto-cronologia-de-una-ley-empujada-por-el-feminismo/
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