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Este 8 de marzo, las argentinas vuelven a reclamar por aborto legal, seguro y gratuito para no morir

La marea verde que inundó las calles el año pasado en Argentina en reclamo de aborto legal, seguro y gratuito, reunió a varias generaciones bajo una misma consigna: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Pero no nació de un día para el otro: fueron 32 años de encuentros nacionales de mujeres, la potencia de los dos paros internacionales del 8M, las movilizaciones del 3J del Ni una Menos y fueron 14 años de una campaña que comprometió y articuló a colectivas feministas, organizaciones sociales, partidos políticos, así como a redes de docentes, de médicos y médicas, de abogadas y abogados, hasta de poetas y artistas. “La articulación de la campaña reúne muchísimos años de lucha del movimiento feminista en Argentina, y no ha sido este el único momento de auge”, asegura María Alicia Gutiérrez, socióloga feminista e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, Seguro y Gratuito. Recuerda que años atrás intentaban entregar un pañuelo verde y nadie quería tomarlo, nadie quería firmar por el aborto legal.
Para el crecimiento del movimiento fue clave la construcción de un esquema de coordinación federal, heterogéneo, horizontal y participativo. “Donde todes tenemos la misma voz”, resume Yanina Waldhorn, joven activista y también integrante de la campaña. “La inserción participativa es un atractivo interesante”, afirma María Alicia.
Durante la discusión del proyecto de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en el Congreso argentino, en las calles las personas se acercaban a las activistas para abrazarlas, para agradecerles. Para Yanina, el movimiento feminista tuvo tanta fuerza el año pasado porque ha venido creciendo año a año, pero también, y fundamentalmente, porque la juventud “abrazó el feminismo y la lucha”. También porque la campaña utilizó un lenguaje “concreto y respetuoso de la lucha de todas”. “Acá nadie se arroga la lucha, nadie es la cara visible, nadie nos representa. Somos todas”, resume Yanina.
Para María Alicia, también incidió el crecimiento global de los feminismos: el movimiento Ni Una Menos, los paros internacionales de mujeres.
Este 8 de marzo, el movimiento feminista argentino buscará generar un paro lo más masivo posible y una gran movilización. El derecho al aborto legal estará entre los reclamos principales.
Si bien la campaña mostró que la despenalización social del aborto está cada vez más extendida en Argentina, Yanina advierte que los grupos antiderechos “reaccionarios y con dinero” están avanzando. María Alicia explica que actúan dividiéndose roles: los grupos pentecostales y neopentecostales intentan convencer en los barrios, y la iglesia católica y los sectores conservadores presionan en las altas esferas del poder.
Al mismo tiempo, se sigue torturando a niñas en Argentina: este año, dos niñas de once años fueron obligadas a continuar con sus embarazos producto de violaciones, pese a que en Argentina, el aborto en esas circunstancias es legal. Además, sigue habiendo muertes por abortos clandestinos, lo que da cuenta de que la información no está llegando a todas las mujeres.
La movilización del año pasado “terminó con un fracaso” pero dejó aprendizajes, asegura Yanina: “Aprendimos que hay una sociedad dispuesta a aceptar este tema. Aprendimos que somos poderosas, que sin estructura y sin dinero pudimos construir vigilias de dos millones de personas en la ciudad de Buenos Aires. Aprendimos que no queremos ninguna muerte más”.

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