Mujeres por un Desarrollo Alternativo para una Nueva Era (DAWN, por sus siglas en inglés) lanzó recientemente un nuevo libro titulado “Refundando los contratos sociales: Feministas en un mundo feroz”, editado por Gita Sen y Marina Durano, publicado en 2014 por ZED Books, Londres y próximamente en castellano por DAWN, Montevideo. Este libro es el resultado de un largo proceso de debate y reflexión en el que se han comprometido las integrantes de DAWN junto a aliadas y aliados de diferentes organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales. Sigue a los pioneros libros anteriores que DAWN ha publicado a través de los años, comenzando con Development, Crises and Alternative Visions: Third World Women’s Perspectives (Sen y Grown, 1987); Population and Reproductive Rights: Feminist Perspectives from the South (Correa y Reichmann, 1994) y Gobernabilidad y Mercado. Perspectivas feministas sobre el poder y el Estado (Taylor, 2001 publicado en castellano por Doble Click Editorial, Montevideo).
Uno de los temas analíticos en los que se centra el libro es la economía política de la globalización. En el resumen introductorio, el libro analiza el surgimiento y la fractura de los contratos sociales, el crecimiento de los movimientos sociales y la promesa de derechos humanos. El uso del término contrato social es diferente del que figura en los libros de texto de ciencia política y, ciertamente, está muy alejado de la noción de personas libres e iguales que crean una sociedad basada en normas en las que todos están de acuerdo. Si bien un contrato social puede ser, efectivamente, un acuerdo colectivo, es un acuerdo arraigado en la economía política del poder y la desigualdad. Los contratos sociales tienen fluidez debido a que hay impugnación de arriba y de abajo, por lo que están imbuidos con el potencial para el cambio.
El libro sostiene que el cambio es posible aun cuando reconocemos la dificultad de hacer que suceda en un nuevo mundo feroz. El inicio del siglo veintiuno ha estado marcado por la “guerra contra el terrorismo” y una serie de crisis financieras y económicas. También es un momento de cambio climático y crisis ecológica; un tiempo en el que el mundo del trabajo se ha transformado drásticamente hacia la flexibilidad y la precariedad, y una época de retrocesos frente a los avances alcanzados hacia la justicia social y los derechos humanos. Vivimos en un nuevo mundo feroz: como dice el libro, es un mundo lleno de incertidumbres, contradicciones complicadas, serias fracturas, graves retrocesos, promesas incumplidas y resultados inciertos para los pueblos del mundo.
Las relaciones de poder basadas en el género, así como otras desigualdades sociales, se entretejen en otros sistemas de poder tales como las relaciones económicas e internacionales, los conflictos militares y la ecología política. Cada sistema moldea los demás. Es por eso que DAWN vio como una tarea crítica el delinear un marco conceptual que aborde de manera interrelacionada, y no aislada, los cuatro temas analíticos que han guiado tradicionalmente el trabajo de DAWN: Economía Política de la Globalización (PEG, por sus siglas en inglés), Ecología Política y Sostenibilidad (PEAS, por sus siglas en inglés), Reestructuración Política y Transformación Social (PRST, por sus siglas en inglés), y Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos (SRHR, por sus siglas en inglés). Feministas en un mundo feroz nos invita a confrontar e interrogar a las interfaces de múltiples sistemas de poder. DAWN reconoce y analiza la autonomía relativa de cada sistema de poder aun cuando insiste en que las intersecciones entre y a través de los sistemas de poder deben ser reconocidas y desafiadas.
El libro habla de la promesa de derechos humanos. El enfoque de DAWN del feminismo se ha basado no en un cálculo de identidad únicamente, sino en el reconocimiento de que los derechos humanos de las mujeres se pierden o se ganan en la interacción entre el ámbito personal y el estructural. Para las mujeres, por su propia condición de mujeres, la política de las relaciones personales, del cuerpo, del sexo y la reproducción tiene una gran importancia. Las relaciones familiares y en el hogar son un espacio crítico de poder de género que se expresa en múltiples dimensiones. Al mismo tiempo, las mujeres son trabajadoras que hacen malabares con cargas dobles y triples en condiciones cada vez más duras; integran comunidades que luchan por la tierra y los medios de subsistencia; son agentes en sociedades que experimentan transformaciones culturales; participan en economías moldeadas por la globalización y el militarismo; y son parte de sistemas de producción que descuidan los límites ecológicos. Es poco frecuente observar una visión del feminismo que intersecte e incluya todas estas esferas distintas pero interconectadas; una visión de este tipo requiere una mayor claridad conceptual.
Los ensayos y los artículos breves son una combinación de análisis en profundidad y propuestas para refundar los contratos sociales rotos en este nuevo mundo feroz. El primer conjunto de capítulos es una serie de críticas contra la reproducción sistémica de la desigualdad.
Stephanie Seguino explora el papel de la desigualdad en la más reciente crisis económica mundial, y cómo el proceso de “financiarización” – el aumento del tamaño y la importancia de un sector financiero no regulado, está inextricablemente ligado a esta tendencia. Afirma que los marcos macroeconómicos deben tener en cuenta el control del capital y la alineación de los intereses de rentabilidad con intereses sociales y económicos más amplios.
Yao Graham y Hibist Kassa citan el caso de África para ilustrar cómo se combina cooperación y conflicto entre los países del Sur, en un momento en que el equilibrio de poder se desplaza del Atlántico Norte. Analizan específicamente las tendencias en los flujos comerciales y de inversión, los poderes regionales, la política de ayuda y la reforma de instituciones multilaterales. En este sentido, su capítulo también aborda las contradicciones dentro del Sur, en particular entre los nuevos polos de acumulación emergentes. Una premisa subyacente de su ensayo es que el modelo de acumulación es lo que define las transferencias y la emergencia del poder, con la fuerza económica, incluso en el Sur, conceptualizada como la capacidad de actuar como proveedor para los mercados del Norte económico.
Oscar Ugarteche explora la militarización de la economía y propone que el negocio de la guerra no es ganarlas, sino hacerlas. Afirma que lo que importa no es ganar, sino evitar que otros ganen. Y la función de las guerras es generar fuentes de ingresos para la industria de la defensa. También muestra cómo la guerra reactivó el crecimiento de las economías ilícitas como resultado de la disminución de la productividad en las principales potencias económicas tradicionales.
Aldo Caliari explora los inconvenientes de los marcos de derechos humanos y de la economía política desde una perspectiva feminista y afirma que su síntesis es una tarea urgente para el movimiento feminista. Contrapone un enfoque de derechos humanos y un enfoque de “economía política” de desarrollo, critica cada uno de ellos, encuentra complementariedades y evalúa lo que cada uno de ellos tiene para ofrecer a la perspectiva feminista. Uno de los resultados es la agenda de construcción de un estado que es a la vez sea desarrollista y rinda cuentas.
El segundo conjunto de capítulos aborda los temas de la sostenibilidad y el cambio climático. Anita Nayar resume las respuestas políticas ante la convergencia de los dilemas en torno a los patrones de producción y consumo existentes y sus presiones en los sistemas ecológicos, así como en torno al resurgimiento de las difuntas ideas malthusianas que vinculan la estabilización de la población y el cambio climático. Diana Bronson discute y reflexiona sobre cómo un grupo de científicos, empresas y capitalistas de riesgo están haciendo que las ideas de “reingeniería” del planeta pasen de estar al margen a ser parte de la corriente principal. Zo Randriamaro pone de relieve las consecuencias del acaparamiento de tierras en el continente africano para la seguridad alimentaria y el equilibrio ecológico.
El tercer conjunto de capítulos confronta los fundamentalismos y procura descifrar la complejidad de la biopolítica. Alexandra Garita y Françoise Girard nos recuerdan la necesidad de asegurar constantemente la participación plena e igualitaria en la toma de decisiones, dado que el trabajo de promoción y el cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos es complejo y resbaladizo. Fatou Sow y Magaly Pazello exploran las dificultades de “secularizar” el contrato social a través de la perspectiva de las tres principales religiones – el Cristianismo, el Islam y el Hinduismo. Rosalind Petchesky sostiene que una política feminista relevante para el siglo XXI no puede tomar la sexualidad o el género separados de la economía política y el desarrollo; ni la economía política y el desarrollo pueden abordarse sin la sexualidad y el género.
El último conjunto de capítulos analiza el complejo acto de construcción de los estados-nación y la necesidad de impulsar los movimientos sociales. Claire Slatter examina diferentes tensiones, por ejemplo: entre la democracia formal y el autoritarismo, la reforma legislativa y el extremismo político, la condicionalidad política de la “buena gobernanza” y las prácticas corruptas, los centros de poder privados y los “estados fallidos”, los movimientos por los derechos ciudadanos y los intentos de las fuerzas fascistas de apoderarse del estado. Amrita Chhacchi discute las dificultades de distinguir en la práctica entre fundamentalismo religioso y gobierno secular, argumentando a favor de la creación de ámbitos públicos de debate que den lugar a procesos de democratización. Kumudini Samuel demanda una comprensión matizada de la masculinidad y la feminidad que se reproducen y reconstruyen en situaciones de militarización, guerra y conflicto. Josefa Francisco y Peggy Antrobus llaman nuestra atención sobre los desafíos que enfrentan los movimientos feministas por los derechos, la inclusión y la igualdad de poder en un sistema multilateral disfuncional.
En general, el amplio alcance de los capítulos del libro apuntan hacia un enfoque más inclusivo del análisis y el compromiso feminista con las complejas contradicciones del mundo en que vivimos hoy.
Marina Durano es profesora adjunta en la Universidad de Filipinas, y Gita Sen es la Coordinadora General de Mujeres por un Desarrollo Alternativo para una Nueva Era (DAWN). Ambas son las coeditoras de Refundando los contratos sociales: Feministas en un mundo feroz. Haga click aquí para encargar el libro.